Tropiezas con la realidad, corres a por tu sueños.

sábado, 5 de marzo de 2011

Sasasasábado.


Me gustaba disfrazarme. Vestirme con la ropa de mamá, maquillarme sin cesar y luego imitar a alguien. Mirar como unas modelos caminaban sobre tacones infinitos y hacer lo mismo con lo que había en los armarios de casa, ver como cocinaba mi Victorita y hacerlo yo con las plantas y las flores del jardín. Jugaba a curar la plantas, inspeccionaba cada semana a Reina, mi perra. Con las telenovelas que veía mi abuela me inventaba siempre un final distinto. Con mi prima nos inventábamos vidas distintas, a veces me tocaba ser la mala  y era muy mala o si era la buena era muy inocente. Me gustaba jugar a esos juegos, más que con carísimos juguetes que no tenía. Cuando estaba sola inventaba una vida para Barbie y sus amigas, era una gran fan de estas muñecas y ,  como debe ser una enamorada de Ken. He encontrado esta foto, mi madre y yo un día de locura.
Nos disfrazamos, decoramos la casa y jugamos a ser otras personas. Nos reímos hasta tener agujetas, cómo hecho de menos esas tardes en las que ella llegaba pronto de trabajar y escuchábamos música haciendo un increíble concierto.
Ahora, soy ya un poco menos niña pero esos juegos me gustan aún más y cada sábado me dispongo con todas las ganas y toda la emoción a jugar a jugar mucho, y esa es la manera que tengo de sobrevivir en este caótico mundo. Una manera que descubrí siendo niña, un sueño que me lleva a luchar contra todas las contrariedades y unos sábados que espero que nunca se acaben.

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