Tropiezas con la realidad, corres a por tu sueños.

martes, 28 de agosto de 2012

Vamos, valiente.




A veces todo se reduce a una caja.
Caja metálica y circular.
Su frío tacto, su forma regular.
Guardo todo ahí, que no se escape.
Lo que me inmoviliza las piernas, 
aquello que no me deja pensar con claridad.
Mi cuerpo desnudo, mis heridas del alma
Que se quede bien escondido, seguro.
Lo que sientes, lo que no sientes.
Eso que nunca vas a poder sentir.
Porque mi corazón es solo un músculo. Minúsculo en este extraño mundo.
Solo soy un ejemplar más de este zoo.
Mírame, estudia mis movimientos, poséeme.
Pero nunca obtendrás esto, mi caja de metal.
Mi alma desnuda, insensible, vulnerable y sólo mía.
Con todo el cariño que no siento,
A.


P.D. : El juego ha sido divertido. Podría serlo aún más, pero no lo olvides es solo un juego. Dame cinco minutos que mi cabeza repose entre tus brazos, deja que me sienta segura. Un rato para abandonarme al puro placer de tus caricias. Llévame, me dejaré guiar.

viernes, 17 de agosto de 2012

Ne pas









               La electricidad recorriendo cada partícula de mi ser, la ira me consumía en aquella paz tan falsa. Como peces dormidos que se despiertan. Estos en lugar del mar se encuentran encerrados en un pecera de diámetro reducido. La libertad quitada de mis manos. Las cuerdas rodeando mi cuerpo, presionándolo contra el suelo. Sin embargo, no era tal y como lo sentía. Estaba en el sofá, con la puerta abierta y el aire produciendo una gran corriente. A la luz de la noche, aproximadamente medianoche. Mi corazón palpitante intentaba sobreponerse a mi cabeza cansada. Me levanté, dejé a un lado la bandeja con la cena. Entré a la cocina, me serví un vaso de agua fría. Me lo tiré encima. Sentí la paz del verano y me acosté a tu lado.

martes, 14 de agosto de 2012

Les Amants



Sentía sus manos rodeando su propio cuello, en contacto con su piel.
Su cabeza viajaba lejos del mundo
En las afueras de la ciudad
En una habitación de una casa en ruinas
Abandonada.
Desnuda, sin nada para cubrir esa vergüenza
Miedo a caer lentamente al abismo
sin cuerdas que le aten a la superficie.
¿Salió alguna vez de ese pozo sin fondo?
Necesita sentir que algo palpita en su pecho
Que su mirada se choca con unos ojos inquietos
El roce de la seda por sus piernas
Frío es el tacto de los adoquines blancos.
¿Por qué no te desnudas y te unes a ella?