Imágenes que no quieren ser vistas,
fotografías que revelan el presente, el futuro y el pasado.
Imágenes que la gente afortunada no es capaz de mirar fijamente.
Y yo me quejo porque no puedo salir un viernes,
y yo me enfado porque no me puedo comprar otra camiseta
Pero no puedo mirar a esos niños a la cara,
no por pena, no les puedo mirar porque yo sufro.
Porque me muestran una realidad que mis ojos me empañan,
me muestran algo que soy incapaz de observar
y no puedo pensar en mi vida,
pienso que soy afortunada.
Yo misma busco problemas y vueltas de tuerca
eso sólo me sirve para huir de esa REALIDAD
un autobús amarillo les recoge cada mañana para llevarles al colegio.
parece más bien un cochecito que lleva una bicicleta
y los niños, pequeños se meten como sardinas
y son afortunados, van a la escuela
ellos podrán aprender a leer y escribir,
y quien sabe cambiar su futuro, ese preescrito por los prejuicios modernos.
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