Tropiezas con la realidad, corres a por tu sueños.

jueves, 7 de julio de 2011

Una luz al final del túnel.

Sin más dilación, las estrellas se arremolinan en torno a mi.
La luna, lunera, cascabelera, me mira reprochándome.
"Sí, a ti" - me dice.
Y yo me quedo pensativa.
El universo infinito parece concentrarse en mi, como si fuese un agujero negro.
Pero no uno cualquiera. No, no.
Uno que intenta llevar su vida lo más serena y tranquilamente posible.
Y que no puede.
O no le dejan.

El mar, sí, quiero volver a ver el mar.
Con su coral, sus algas, sus tonos azulados y verdosos que me incitan a zambullirme sin vacilar, apenas un instante.
Sí, necesito un descanso, un respiro.
Mi alma está cansada.
Me pide algo, y aun no se qué puede ser.

La vida da vueltas, como una peonza, y no sabes dónde va a llegar.
En verdad es todo un embrollo, un embrollo cojonudamente montado.
Para aquellos que saben cómo deshacerlo, claro está.
Yo, yo sigo perdida, sin rumbo ni dirección.
Tan solo busco amor.
Un amor imposible que convierta mis ojos en pequeñas estrellas nunca antes vistas, con un fulgor que deslumbre a los transeúntes.

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