Se acaban de conocer, sin embargo, hablaban como amigos de siempre. Ella le coge la mano y le tira hacia la puerta de las escaleras, suben corriendo hasta el ático. Vistas impresionantes de aquella ciudad, ella corre, él la intenta perseguir. Ella corre con sus zapatillas , él se quita la chaqueta del traje y se desabrocha la corbata. La alcanza, la coge por la cintura y se ríen. Ha llegado el momento del beso. Ella consigue escabullirse.
-Aún no , quiero que hagamos algo.
-Está bien...
-He comprado dos globos.
-Estás loca, ¿que quieres con globos?
-Quiero que cojas uno, lo hinches y pongas un deseo en él, luego lo tiramos.
-¿Puedo ver tu deseo?
-No, no se cumpliría.
-Puedo ayudarte a hacerlo realidad.
-Idiota! Empieza que no quiero perder el tiempo.
Se ponen rojos del esfuerzo, se miran y sonríen, se están enamorando.
El deseo de ella: Que esto dure, que dure mucho.
El deseo de él: Quiero que sea mía, la quiero para mí.
Tiran sus globos, vuelan hacia el cielo, y se pierden en el horizonte.
-Dios mío, me quieres. Haz hecho una estupidez por un beso!
-No, por un beso no.
-Tú pides mucho chaval.
-Sólo quiero verte sonreír.
-Bésame.
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