Tropiezas con la realidad, corres a por tu sueños.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Historia de media semana, de mitades inconclusas.

Cuerpo vacío sin corazón.Un alma sin motor. Una vida sin vida. Qué semana más mala, qué día tan triste.
No, no me dejaré caer. Quiero volar cual pájaro. Un ave bonita, un ave solitaria surcando el cielo y atravesando el mar.Con unas alas muy grandes, un ser pequeñito. Me siento muy grande en este mundo aún más grande. Qué grande es, ¿verdad? Y que pequeña la vida. La vida corta. La muerte larga e inerte. Sin corazón, palabra horrorosa. Sin corazón, no soy así. Tengo un corazón, que late. Late con fuerza , late de verdad. Yo lo siento, lo siento y mucho. Y me duele la cabeza, y quiero a las personas. Personas, miles en el mundo. Muchas , demasiadas. Muchas personas que no conozco, que no saben que existen entre sí. Entre tantas se supone que hay alguien para mí. Ese hombre soñado, artista, poeta, fotógrafo, da igual, alguien que me quiera y que yo ame. Amor, tantas clases. Amor, tan raro. Amor, no me he enamorado. Personas, mis personas. Pocas, puede ser. ¿Solitaria? No, no lo creo. Me gusta la gente, me gusta la gente. Pero me da miedo ser alguien en sus vidas. Ellos a veces lo son en la mía. Sí, claro que lo son. Y les quiero, y ya no sé vivir sin ellos. Y en una bonita Corrala ya nadie me puede decir que no tengo corazón. Siento, claro que siento. Y me duelen, me duelen los insultos. ¿Insultos? Verdades que duelen, en realidad. Amigos, amigos de verdad. Pocos, casi ninguno. Cuán complicada es una relación. Vaya, la vida en sí. No la entiendo, pero no me hace falta. Los impulsos de mi corazón me guían. Esos latidos me recuerdan que aún estoy aquí, que queda amor en mí. Tum, tum, tum, tum, tum. Estoy viva, bueno o malo, pero lo estoy. Estoy viva y tú estás en mi vida.

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