Tropiezas con la realidad, corres a por tu sueños.

viernes, 7 de enero de 2011

Fin del mundo.

Me llevó hasta el fin del mundo, dónde solo se oían las olas del mar el rumor  del viento, las hojas de los árboles. Llevábamos ropa de fiesta. Yo lucía unos tacones preciosos, un vestido largo, el pelo recogido y maquillaje en la cara. Él iba con un traje negro, sin corbata y la camisa un poco desabrochada.  Estábamos en un aburrida fiesta, una en la que todo el mundo finge ser feliz. Yo en una esquina, él en la barra con su copa. Nos miramos, sin prisa vino hacia mi, dejando su copa en una mesa. Me cogió de la mano, sin decir su nombre. Me llevó hasta el guardarropa, cogió los abrigos, y nos metimos en su coche. Puso la llave, y yo le paré con la mano.
-No te conozco.
-Hola, me llamo Dan.
-¿Qué crees que haces?
-Llevarte a un sitio mejor , tú no perteneces a esto.
Su coche era cálido, su sonrisa encantadora. Pronto le recordé, era el primo de una amiga. 
-Tú y yo nos conocemos.
-Ya te habías olvidado,¿ no?
-Has cambiado. 
Puso la música a tope, una música de guitarra.Y así al son de unas guitarras en la noche oscura nos dejamos llevar hasta una playa lejana.
-Bien, ya hemos llegado.
-Guau! Esto es precioso.
-¿Ahora quieres bailar?
Su coche estaba en la arena, abrió las puertas y puso la música de antes pero aún más alta y encendió las luces. Todo eso por mí. Me agarró de la cintura y me acercó, empezamos a bailar.
-¿Te acordabas de mí?
-Claro, he ido a la fiesta por ti.
-MENTIROSO!
-Te quiero, me vuelves loco.
-Eres idiota, seguro que no te acordabas de mi.
-Cuando te vi, supe enseguida que querías irte de allí. Me acordé de tí, y te quise traer aqui.
-Vale, ahora si te creo.


Entonces ella despertó, en su cama de siempre.Dios mío, que sueño. Se volvió a tapar la cara con la manta y quiso dormir un poco más pero le fue imposible. Ya había vuelto a la realidad.

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