Tropiezas con la realidad, corres a por tu sueños.

sábado, 14 de julio de 2012

Momento de sacar la espada

Convulsionado en medio de terror, encerrada en un pozo, rodeada de una paredes circulares que lo único que hacían era subir hasta la lejana superficie. Así me sentía, encerrada, capturada, inmóvil, aislada. Con mi vestido favorito, mi pelo recogido y los ojos pintados. Preparada para una fiesta a la que nadie quería acudir. Yo tampoco. ¿Tú tampoco? Encerrada en el pozo , recuerda, el pozo. La luz se colaba allí en tu exilio. ¿Lo hacía? Claro que sí, y por momentos danzabas en la superficie, como tanto te gusta. ¿Cómo? Con tus pies hundiéndose en la tierra húmeda. ¿Lo hacía eso yo? Lo hacías tú, subías y dejabas que todos te mirasen, pero tú nunca miraste. ¿Solo bailaba? Nunca fuiste capaz de apreciar el presente desde la superficie, cuando tu brillabas , cuando yo te miraba. ¿Y por qué no nadábamos en el pozo? Nadamos. ¿Lo hicimos? Sí, yo a tu lado. Tú me enseñabas a ir a la izquierda. ¿Solo eso? Yo a la derecha y así, conseguimos dominar el arte de aletear. ¿No era pequeño el pozo? Bueno, pequeño, grande, gigante, infinito, diminuto , inexistente... ¿Bonito? Lo mejor que me ha pasado. ¿Por qué has vuelto? No lo sé. Yo sí, vienes a decirme que me quieren quitar el pozo, que quieren derribar las paredes, que me han lanzado la cuerda y pretende que me aferre a ella. Me van a obligar a salir allí, con zapatos, a una realidad que me acuchilla el cuerpo , que me magulla la cara que me borra la mente. Quieren que deje de ser la dueña de mi visión, que vea lo que todos ven, cómo todos lo ven. Quieren que me enfunde en un disfraz, debo dejar de ser esencial y ser vital. ¿Eso no nos parece vida? No es vida, nunca lo volverá a ser. ¿Luchamos? Me gustaría que todos los que se alimentan de sueños y viven en pozos infinitos lucharan. Quedan pocos. Pero los suficientes. Algunos duermen. Tendremos que despertarles. ¿Despertarles? Cántales nuestra melodía. Que salgan a bailar con los pies descalzos, que enseñen la textura de la tierra húmeda. ¿ Bailamos entonces? ¿Te parece bien que empecemos? Quiero que me sujetes bien, me siento un poco débil. Escucha, parece que se entona una melodía que anuncia la lucha de los valientes. ¿Eres valiente? ¿Me ayudas? Somos valientes, valientes que no se dejaran derrotar.



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