Tropiezas con la realidad, corres a por tu sueños.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Sólo soy un niño con afán de ingravidez.



-No todo lo que me contaron de pequeña es cierto, los cuentos no siempre son iguales, todo es una simple mentira que intenta perdurar tu inocencia.
-¿Qué pasa cuando te haces mayor?
-Cuando creces poco a poco dejas de creer en las cosas. Primero dejas de creer en el Ratoncito Pérez, después Papá Noel y los Reyes son papá y mamá.
-Bien eso es comprensible, son tradiciones. Todos creemos en ellas de pequeños, es normal.Pero no entiendo a dónde quieres llegar con esto.
-Bien pequeña, ¿recuerdas los cuentos que papá te contaba?
-¿Cuáles los de princesas y dragones o los de aventuras,?
-Ambos,¿te acuerdas de ellos?
-Sí, si me acuerdo.
-¿Te vez capaz de contarme alguno?
-Papá! No quiero contarte un cuento.
-Bien,¿ si el la última cosa que te pido?
-Si, si te contaría un cuento.Pero no entiendo qué pretendes con esto.
-Quiero que me mientas, quiero creer en la fantasía una vez más.
-¿Y luego?
-Luego te contaré como es la realidad.
-No te entiendo.
-No hace falta por ahora. Pero empieza, cuéntame ese que te gustaba escuchar en las noches de tormenta.
-Está bien, está bien. ¿Qué me contarás después?
-Algo que es posible te haga mucho daño.
-¿Me lo puedes decir ahora?
-No, porque el cuento no lo contarías igual.
-Papá.
-hum.
-Te quiero.
-Empieza tesoro, que tengo sueño y es un cuento bastante largo.
-No lo recuerdo del todo..Tengo miedo haberlo olvidado.
-Cuando dudes el algo yo lo diré, pero inténtalo.
-Vale.
-Empieza la tormenta.
-¿Cómo sabías que habría tormenta?
-Shhh.
-Perdona.
Erase una vez un bella Princesa de largos cabellos y ojos muy grandes.Hija de unos bondadosos Reyes, de un reino muy muy lejano. La Princesa se enamoró de un hombre de la corte, un hombre muy apuesto. El hombre sería su salvador............ Y al fin la Princesa se casó con el amor de su vida y vivieron felices y comieron perdices.
-Bien mi niña, muy bien.
-Papá, ahora habla.
-Los cuentos son sólo cuentos, las películas son sólo películas y las novelas son sólo novelas. De ti depende lo que te creas de ellas y lo que no.
-Oh, eso está muy bien, pero no te comprendo.
-Chiquitita, no sufras, porque tu vida la vas a decidir tú.
-¿Y si fallo?
-Si fallas siempre habrá otra oportunidad.
-¿Te decepcionaré?
-Es posible. Pero yo lo hice con mi padre, y mi padre con su padre, etc. Eso es natural. No te preocupes, me basta con que me quieras.
-Yo siempre te querré.
-Yo siempre te apoyaré.Ahora a la cama, mira que hora es!
-Me dan miedo las tormentas,¿ me puedes contar un cuento?
-Bien, me parece justo.
-Papá, ¿algún día entenderé todo lo que dices?
-Si, y lamentablemente no queda mucho.

Analía.

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