Aunque él siga buscándola, ella ya no quiere sus besos. No quiere rozar sus labios. No quiere volver a escuchar su voz, no quiere volver a escuchar el motor que indicaba que ya llegaba a recogerla. No quiere volver a sentir ese estremecimiento de placer al abrazarle, al sentirle, ni esa adrenalina al hacer con él cosas "prohibidas".
Esos días ya quedaron atrás y pasarán a formar parte de los recuerdos. No quiere volver a ver a ese chico que un día cautivó su mirada, y la hizo sentir que el mundo solo existía para ellos dos.
-Andrea
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